Por Lothar Kerscher.

 

Mario Mercado, una gran inspiración

 

 

El 21 de enero de 1995 fue un día negro para el Club Bolívar y para los amantes del fútbol. Mario Mercado Vaca Guzmán hizo lo que pudo y lo que no pudo para mejorar y cambiar el balompié boliviano. Tuve el gusto de trabajar tantísimos años con él. Compartimos campeonatos y penas. Hubo un Bolívar antes y otro después de él.

 

 

Es una fecha muy triste. Recuerdo como si hubiera sido ayer. Recibí la noticia de su muerte cuando estaba desayunando. Fue muy difícil digerir y recuperarse de esa pérdida. No solamente para los bolivaristas. La gente que conoció a Mario Mercado nunca se olvidará de él.

 

Lo respeté mucho como dirigente y, sobre todo, como amigo. Fue un visionario tremendo para su época, cuando no había tantas ayudas económicas. Ahora, solamente con entrar a la Copa Libertadoresllegan millones de dólares a una institución. En la época de Mario, él tenía que hacerlo solo o acompañado por algunos miembros de su directorio. Para las personas que formaban parte del directorio de Mario Mercado era una obligación aportar. Nosotros, con el mayor gusto, siempre contribuíamos económicamente, hasta donde podíamos. Todo el saldo lo ponía Mario Mercado.

 

 

Para Mario, el Bolívar era todo. A Mario no le interesaba qué día, qué hora… Él siempre estaba pendiente del Club Bolívar y su mayor deseo, su mayor esperanza era que lleguemos algún día a Tokio, donde se jugaba la final Intercontinental (1980-2001). Siempre nos decía: “Tenemos que hacer un esfuerzo, algún día vamos a llegar a Tokio, algún día vamos a llegar…”. Esa siempre fue la esperanza más grande que ha tenido Mario, al margen, obviamente, de tener un equipo muy representativo, tanto en la cancha como en la dirigencia. Siempre se preocupó por eso.

 

 

Ahora tenemos la suerte de tener a Marcelo Claure, espero que Mario siempre sea una inspiración para Marcelo y, en lo posible, siga tratando de cambiar al Club Bolívar y al fútbol boliviano. Marcelo está por ese camino, hizo críticas justas que, lamentablemente, las diferentes gestiones de la Federación Boliviana de Fútbol nunca hicieron caso.

 

 

Recordar a Mario es recordar a un dirigente que sigue haciendo falta. Siempre lo recuerdo en mis oraciones. Donde quiera que esté, con tantos dirigentes que ya se fueron, le pido que siempre proteja al Club Bolívar. Pido a Dios que le dé mucha salud a Marcelo Claure para que pueda seguir trabajando en favor de la institución.

 

 

Mario Mercado fue un gran dirigente, un gran ser humano, un gran visionario y una gran inspiración.