11:40, aproximadamente. Es sábado. Una avioneta Cessna bimotor despega del aeropuerto Juan Mendoza, de Oruro. Avanza 800 metros. Un fuerte golpe de viento hace tambalear la aeronave, que se estrella y se incendia. Es 21 de enero de 1995. El Club Bolívar pierde a su benefactor. Mario Mercado Vaca Guzmán se convierte en leyenda.
“Y de Bolívar hizo el más grande equipo que jamás tuvimos en nuestra historia y lo convirtió en el eterno campeón de una Liga que comenzaba a hacerse aburrida de tantos títulos celestes y de tantas copas Libertadores anheladas y no conquistadas”, escribe Carlos Mesa Gisbert, expresidente de Bolivia e historiador, en una columna homenaje publicada hace 29 años.
Don Mario muere al caer su avioneta en los arenales de Oruro, donde debíarecoger al presidente del club San José, José Sánchez, con destino a Sucre, sede de un encuentro de dirigentes que querían cambiar el fútbol boliviano. Con él muere Germán Jordán Aramayo, otro directivo de Bolívar. El titular del Santo y Rodolfo Flores Morelli, dirigente de The Strongest, se salvan.
El club más laureado y copero de Bolivia le decía adiós a su presidente vitalicio que había estado más de dos décadas al mando de la institución.
Ese 21 de enero de 1995, Mario Mercado Vaca Guzmán -el exsenador de Bolivia, exalcalde de La Paz, propietario del periódico Última Hora, de la empresa Inti Raymi, un gran impulsor del cine boliviano, y un gran bolivarista- ingresó en la eternidad.