El Club Bolívar expresa su total repudio y lamenta los incidentes violentos en el campo de juego, que desencadenaron en la suspensión del partido amistoso que nuestro primer plantel disputaba ante Guabirá, en el estadio Gilberto Parada, de Montero.
Rechazamos enfáticamente cualquier manifestación de violencia en el fútbol boliviano, venga de donde venga. Nos solidarizamos con nuestro director técnico Flavio Robatto y con nuestro director de prensa Rodrigo Reyes, quienes fueron trasladados a una clínica de Santa Cruz, después de sufrir heridas emergentes de los impactos de piedras que cayeron en el bus que trasladaba a nuestra delegación desde el estadio Parada hasta el hotel.
Agradecemos al presidente de Guabirá, Rafael Paz, por su buena intención, buscando frenar la violencia que rebasó los pocos controles en ese escenario deportivo y provocó que el bus que trasladaba a nuestra delegación sea apedreado. Ante los daños, la Policía arrestó a uno de los agresores que se transportaba en una motocicleta.
Lamentamos que no se haya tomado en cuenta el plan de seguridad que se debe cumplir en todos los partidos, según normas nacionales e internacionales, con esquemas de protección y evacuación para los equipos visitantes, con el fin de minimizar las amenazas ante un acontecimiento de riesgo.
Reiteramos nuestra más tajante condena a los hechos acontecidos y a los violentos que hacen quedar mal a su institución y al balompié nacional, con actitudes que no representan los valores del fútbol